viernes, 18 de septiembre de 2009

Efecto primavera de Brasil

Mientras en Europa enfilamos el otoño y en España el largo invierno, en Brasil asoma la primavera de la estabilidad del progreso y el bienestar después de haber llegado de los últimos al invierno económico.

Por de pronto, resulta cuanto menos curioso el solapamiento y la casualidad de las estaciones del tiempo con lo sucedido financieramente a nivel mundial en bastantes localizaciones, además y al margen de diferencias y ritmos propios locales a tener en consideración.

Brasil, China y la India, como motores impulsores del capitalismo decadente parecen tomar aire a lo que parece el último suspiro antes de fallecer por inanición del sistema y modelo capitalista que se resiste.

Antes, se le proveerá al paciente de asistencia electromecánica de última tecnología combinada con la vanguardia de la medicina oriental, tratamientos y pócimas naturales autóctonas y ancestrales.

De momento señalar, que las diferencias en costes de mano de obra son de 1 a casi 4 respecto a la media de la OCDE y que el PIB no llega al 40% de los 15 primeros países del mundo por cuanto aún queda recorrido y tiempo para alcanzar al pelotón de cabeza dentro de 18 años, creciendo los primeros cerca de cero tal como pronostiqué hace ahora 32 años tardarían los segundos 50 años en alcanzarles en una carta publicada aquí en El País impreso.

Razonablemente, aunque la masa de población de las nuevas locomotoras es muy importante al igual que el recorrido de las diferencias de costes y PIB, el peso del resto de países es tal que la máquina del tiempo estallará antes de 4 años sin haber hecho apenas nada para evitarlo con lo que el desastre puede ser infinitamente mayor del sucedido recientemente, habiendo perdido el margen y reservas de actuación por lo que vulgarmente se dice un plato de lentejas, que las tomas o las dejas.

Los gobernantes y dirigentes tienen una oportunidad única de ponerse a preparar la transición de un modelo productivo obsoleto y un sistema económico dictatorial a uno nuevo modelo productivo basado en el conocimiento que se tiene que ir preparando e integrando paulatinamente de modo que organice la abundancia en equilibrio y armonía con el entorno de modo que no sobre, falte o desperdicie cuanto de produzca y necesite, respetando la libre elección de los seres humanos.

El modelo del conocimiento es el progreso de la civilización. Seremos capaces de ponerlo en marcha y alcanzarlo?


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