domingo, 5 de febrero de 2012

Suicidios y Muertes por la Pandémica Crisis



La vida va asociada a la muerte desde los inicios de la humanidad. Cuando los humanos empezaron a tener conciencia de su propia existencia, aprendieron habilidades, se hicieron agricultores, ganaderos, se iniciaron en el comercio y a construir poblados y ciudades, al tiempo, fueron portadores y transmisores de virus produciendo diferentes crisis sistémicas que han ido mutando hasta nuestros días.

Los medios de comunicación, eluden las noticias de suicidios y otras muertes, pues supone una connotación y carga de culpabilidad insoportable amen de contagiosa, en no querer reconocer el fracaso del individuo y por ende del sistema social que mantenemos inconscientemente la mayoría, y los menos por imposición de estar en posición de dominio de decidir y actuar con el mayor conocimiento y medios en perjuicio de la inmensa mayoría indefensa.

Las imágenes de los millones de muertos por hambre y las calamidades que sufren los humanos en casi todas partes, han desaparecido de los noticiarios. En estos días de frío en Europa se ha publicado que más de 200 muertos ha habido como causa del frio cuando el causante real es la Pandemia de la Crisis. Pero hay muchos más muertos que no se mencionan.

En los extintos países intervenidos de la desaparecida URSS, se prohibió registrar estadísticamente los suicidios, que eran muchos, tantos como las muertes por enfermedades y el resto de causas. Esto confirmaría que la ocultación de los suicidios no es por causas ideológicas ni de cultura.

En Francia en una sola empresa de telecomunicaciones hubo más de 24 suicidios en menos de un años, en diferentes países bien posicionados trasciende el suicidio de parejas de ancianos bien acomodados y en China, son numerosas las noticias de suicidios por las condiciones de esclavitud que viven los ciudadanos en la aparente boyante economía que acapara a toda velocidad la producción mundial.


Siglos antes desaparecieron civilizaciones enteras, arraigadas por varios siglos en todos los continentes del mundo, desde centro y Suramérica, pasando por el resto de Continentes donde la Pandemia de la Crisis dejó una profunda huella.

Aquí en España, las muertes por accidentes de carretera se atribuyen a las medidas de las autoridades: control en las carreteras, reducción de velocidad, cinturón de seguridad y otras medidas, cuando resulta que el tráfico rodado ha disminuido en los últimos 4 años en al menos un 40% en el conjunto. Así la disminución de muertes no parece que sea por las medidas adoptadas por las autoridades en circulación viaria.

En España curiosamente las estadísticas de suicidios han ido aumentando en los últimos 10 años, llegando a rebasar las muertes por accidentes de tráfico. Se reflejan cerca de 10.000 muertes anuales, cuando es prácticamente seguro, que son muchísimas más, tantas que se pierden en las estadísticas de otras causas, como las muertes por accidente de tráfico.

Una noticia reciente hablaba de una madre que había ahogado a sus 2 hijos pequeños en una bañera y su posterior suicidio. Casi a diario se habla de las muertes por maltrato de género, eufemismo que encubre en parte la Pandemia de la Crisis que llega a todos los niveles y estratos sociales, pero que se ceba principalmente entre los indefensos ciudadanos.

Posiblemente estas noticias no se publican, para evitar despertar a la mayoría de ciudadanos inconscientes y producir una reacción en cadena, parecido a como hacen diferentes especies marinas que embarrancan agonizantes en las playas de todo el mundo sin causa aparente, en donde algunos seres humanos conscientes, posiblemente alejados de la Pandemia de La Crisis, se afanan desesperados por salvarlos y devolverlos a su medio natural del océano.

Cómo podemos salir de semejante calamidad? ¿Qué podemos hacer los ciudadanos desde abajo para salir de esta situación? ¿Se puede promover organizadamente en orden un profundo cambio, conciliando en equilibrio el poder dominante con las legítimas aspiraciones de los seres Humanos?

Como siempre, en cualquier asunto que tratemos, por amplio y complejo que parezca, muy pocas cuestiones son esenciales, algunas pocas más son importantes y, la inmensa mayoría son irrelevantes. Lo esencial somos los seres Humanos. Desde este punto de partida en el orden que proceda de prioridad, se puede afrontar cuantas reformas y ajustes sean necesarios en el tiempo, procurando la equidad y el respeto de los ciudadanos conscientes y responsables para elegir libremente sin ventajas para nadie. 

2 comentarios:

Mark de Zabaleta dijo...

Un gran artículo que sabe enfocar un grave problema de "nuestra" Economía...

Saludos
Mark de Zabaleta

Juan Bernardo montejb dijo...

Estimado Mark, en una de las profesiones liberales que investigo para la toma de datos e información, peritaciones de siniestros de seguros, me permite estar en contacto con la realidad de la calle. De la información recogida en los últimos 5 años de un grupo de 10 péritos, tengo el dato de 18 suicidios la mayoría de personas pudientes, siendo el resto de personas y familias en precario que han provocado daños a terceros. Este referente me ha impulsado a recopilar información al respecto para tratar de averiguar y contrastar la información y este post de referencia solo pretende señalar mi conclusión de la causa.

Un saludo,
Juan Bernardo montejb