miércoles, 25 de marzo de 2009

El dinero debe de estar al servicio del hombre y no al revés

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Una sola piedra es suficiente para soportar, derribar o construir cuanto por acción y azar se pretenda o sobrevenga.

El petróleo hace un año estaba casi a 200$ el barril y hoy no llega a 40$. Los ladrillos llegaron a las nubes y hoy apenas se sostienen a ras de tierra. El mercado evoluciona a lo gratuito, previo tránsito de 3 x 2, 5 x 3, descuentos del 25% hasta el 100%.

No hay misterio, magia ni nada asimilable. Simplemente, el sistema es irracional.

Parecido en la esencia a los caminos, carreteras, el aire que respiramos, la luz que ilumina cuanto vemos, la tierra firme que pisamos, el agua de los océanos, mares, lagos y ríos, el valor del dinero es por sí mismo igual a cero, pues solo es un medio, inventado por el hombre para facilitar el intercambio, tránsito y transporte. Su único valor, si acaso, seria latente o intangible, según corresponda, al igual que las carreteras, el aire o la luz y no propio. Como mucho, el dinero podría tener un valor objetivo propio, si tuviera la peculiaridad limitativa de disponibilidad y no sustitución o reemplazo como el petróleo, el ozono y otros.

Por tanto, se puede afirmar, que su valor es cero, porque se puede fabricar y disponer sin limitación como la energía que podemos utilizar de la luz del sol. Bien está el rigor y el monopolio en su fabricación, por lo demás, su única limitación no es propia, sino la derivada de la disponibilidad, equilibrio y concurrencia de ingredientes y actores ajenos al propio dinero. Cuando se termine el petróleo o me desahucien irreversiblemente, el dinero carecerá de valor para restituir el petróleo o devolverme la salud.

Así pues, el valor del dinero es el que queramos como producto del sueño, la imaginación y la fantasía, nada que ver con el talento y el conocimiento racional objetivo, libre de adoctrinamiento y prejuicio.


Veamos seguido, la energía del sol su valor es cero porque seguiremos disfrutándolo ilimitadamente y en abundancia durante 4/5.000 años, en cambio, el petróleo ya sabemos que no llegará más allá de 40 años en cantidad suficiente, no es renovable, pero sí es sustituible por otras energías, con lo cual, el valor del petróleo podría ser el equivalente a que dispongamos o no de alternativa, si la tenemos, su valor sería próximo a cero. El ozono, en este caso, su valor podría llegar a ser muy alto si llegara a desaparecer y no logramos su remplazo y sustitución, pues supondría le extinción de la vida, sin embargo, curiosamente, su valor esencial es intangible, no lo utilizamos directamente pero es esencial para nuestra existencia y supervivencia. Seguido según proceda parecido, sería para todo lo demás. En otro momento trataré sobre el coste, la inflación y otros ingredientes de la imaginería y parafernalia del tinglado.


La organización del dinero y del sistema financiero en esencia, únicamente, debería de responder libremente en cuanto sea necesario, a la disponibilidad y concurrencia de los recursos y medios, según proceda, en interactuar con los demás medios y actores que intervienen en el agregado para el intercambio, transito, transporte.

El dinero debería ser único y universal, parecido a la sangre y el aire que respiramos, o el agua para regar los productos del campo que consumimos. Si no hay sangre ni aire que necesitamos para vivir nos morimos. Si no hay agua en abundancia para el riego no tenemos arroz y pan para alimentarnos y así seguido para cuanto proceda.

Así, en futuro próximo, cuando el modelo de organización social, se aproxime al correcto e ideal funcionamiento, en cuanto a la esencia, naturaleza y organización de los medios y cosas que producimos, consumimos e intercambiamos, en suma casi todo cuanto conocemos y sabemos, poco se parecerá a lo actual. Es el progreso inevitable.

El agregado paulatino de conocimiento supone un cambio dinámico de mentalidad, asunción del nuevo modelo y actuación, previa redefinición o invento de conceptos y palabras que conocemos agrupadas en grupos de todos en uno.

Organizar y armonizar equilibradamente con el entorno y disponibilidad de los recursos y medios, es el camino iniciado y agregado desde hace mucho tiempo, por la concurrencia de la acción del hombre y el azar sin que nos diéramos cuenta, hacia la libertad, el progreso y el bienestar general..

Una pista final; el dinero debe de estar al servicio del hombre, no como sucede al revés en que, el hombre está al servicio del dinero.


Solo se necesita bien mirar y actuar….
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1 comentario:

Marta dijo...

Muy de acuerdo con varias de las cosas que has dicho. Especialmente con el título y conclusión final: el dinero debería estar al servicio del hombre y no al revés.
Lamentablemente nuestro sistema de valores es erróneo en muchas cosas y una de ellas es el valor que le damos al dinero. En un modelo de sociedad consumista consideramos que la felicidad es tener más. Cuando debería considerarse que la felicidad es ser más, no el tener más. Y dado que para tener más nuestra vía es el dinero lo sobrevaloramos, convirtiendo lo que fue una herramienta para facilitarnos el trueque en una especie de semi dios.
A mi parecer lo más irracional del sistema es que funciones por leyes de mercado como la oferta y la demanda. En vez de obedecer a leyes humanistas donde prevalezca el bienestar y la seguridad del ser humano por encima de todo.
Me intriga que digas que el camino hacia el bienestar, la libertad y el progreso este en parte marcado por el azar. Personalmento creo que es necesaria mucha más acción de la que se esta llevando acabo o de la que se ha llevado hasta el momento para tomar ese camino y alcanzar esa meta. Ójala pronto sean mayoría las personas que opten y actuen por lograr un nuevo modelo. Un modelo en el que el hombre sea lo primero y el dinero algo con un valor efímero.

Un saludo