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Que a un instrumento o útil de intercambio se le provea de un valor en sí mismo, es lo más parecido a una perversión, por cuanto su atributo y cualidades, son las de servir para facilitar el intercambio de productos, bienes y servicios. Su único valor es el de unidad y fracción de referencia en régimen de monopolio y dictadura, nada más y nada menos. Si se quiere, antes de los años 70, su respaldo en oro equivalente, podía suponerle un valor, después ni eso, su único valor, quedó reducido a su coste de fabricación y reposición.
Los caminos, carreteras y pistas tienen un valor de uso asimilable al dinero. Su utilidad permite y facilitan como medio, sin valor propio, el desplazamiento de las gentes e intercambio de productos y bienes. Los caminos, carreteras y pistas tienen la utilidad de permitir a todo el mundo, circular por ellos, limitadamente, en función de su diseño y cuanto pueda circular. Así pues, el valor es para las cosas que producen las personas y que circulan por los caminos, no para los caminos.
El sistema actual, es el causante de tamaño desbarajuste, al provocar el equívoco. Bien han sabido disimularlo hasta la fecha y disfrazarlo. Lo inesperado y vertiginoso de los acontecimientos, han obligado a actuar a los gobiernos, con premura. La concurrencia simultánea de sucesos, han causado lo que ya sabemos. Cada uno de los acontecimientos por separado, no hubieran sido por si mismos suficientes para lo ocurrido, ahora bien, todos juntos han provocado el colapso o pucherazo. Pero esto ya es historia.
Lo sucedido parecido, se corresponde a lo acontecido localmente en Argentina y otros, con la diferencia, de que en esta ocasión el deudor ha sido los EEUU en su conjunto como el mayor deudor del mundo, los cómplices del sistema financiero, la banca en general y la llamada general de las élites empresariales, queriendo aprovecharse y enriquecerse más, usando el mayor conocimiento y posición de privilegio a costa de los incautos y desfavorecidos ciudadanos.
Una vez, recompuestas las heridas y enterrados los cadáveres, se volverá a las andadas. Si bien, ya no volverá a ser lo mismo. La fiesta volverá pronto, pero ahora ya sabemos, que tendrán que cambiar el escenario y el guión, aunque, como la mayoría de la gente sigue despistada sin comprender lo ocurrido, sin que nadie les explique la causa, puede que, se vuelva y sigamos parecido como antes, tan pronto se vuelvan a soldar las cadenas que sostienen el tinglado.
Se buscará la manera, sin que se rompan las cadenas y asumiendo el precio colateral, los precios, los impuestos, etc., suban estratosféricamente y así seguido, se inicie de nuevo el camino ya andado, anteriormente por otros en similar situación, pues en este caso, no se condonarán las deudas que se van a repartir globalmente y no localizadamente como cuando sucedió en Argentina y otros muchos, a un muy alto precio de sufrimiento por las gentes, una y otra vez saqueadas y sorprendidas en su ignorancia.
Así pues, lo razonable, que el ideario capitalista debería ser reinventado por el ideario de progreso universal, conservando la esencia y cualidades que faciliten el progreso y el bien estar universal.
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Los caminos, carreteras y pistas tienen un valor de uso asimilable al dinero. Su utilidad permite y facilitan como medio, sin valor propio, el desplazamiento de las gentes e intercambio de productos y bienes. Los caminos, carreteras y pistas tienen la utilidad de permitir a todo el mundo, circular por ellos, limitadamente, en función de su diseño y cuanto pueda circular. Así pues, el valor es para las cosas que producen las personas y que circulan por los caminos, no para los caminos.
El sistema actual, es el causante de tamaño desbarajuste, al provocar el equívoco. Bien han sabido disimularlo hasta la fecha y disfrazarlo. Lo inesperado y vertiginoso de los acontecimientos, han obligado a actuar a los gobiernos, con premura. La concurrencia simultánea de sucesos, han causado lo que ya sabemos. Cada uno de los acontecimientos por separado, no hubieran sido por si mismos suficientes para lo ocurrido, ahora bien, todos juntos han provocado el colapso o pucherazo. Pero esto ya es historia.
Lo sucedido parecido, se corresponde a lo acontecido localmente en Argentina y otros, con la diferencia, de que en esta ocasión el deudor ha sido los EEUU en su conjunto como el mayor deudor del mundo, los cómplices del sistema financiero, la banca en general y la llamada general de las élites empresariales, queriendo aprovecharse y enriquecerse más, usando el mayor conocimiento y posición de privilegio a costa de los incautos y desfavorecidos ciudadanos.
Una vez, recompuestas las heridas y enterrados los cadáveres, se volverá a las andadas. Si bien, ya no volverá a ser lo mismo. La fiesta volverá pronto, pero ahora ya sabemos, que tendrán que cambiar el escenario y el guión, aunque, como la mayoría de la gente sigue despistada sin comprender lo ocurrido, sin que nadie les explique la causa, puede que, se vuelva y sigamos parecido como antes, tan pronto se vuelvan a soldar las cadenas que sostienen el tinglado.
Se buscará la manera, sin que se rompan las cadenas y asumiendo el precio colateral, los precios, los impuestos, etc., suban estratosféricamente y así seguido, se inicie de nuevo el camino ya andado, anteriormente por otros en similar situación, pues en este caso, no se condonarán las deudas que se van a repartir globalmente y no localizadamente como cuando sucedió en Argentina y otros muchos, a un muy alto precio de sufrimiento por las gentes, una y otra vez saqueadas y sorprendidas en su ignorancia.
Así pues, lo razonable, que el ideario capitalista debería ser reinventado por el ideario de progreso universal, conservando la esencia y cualidades que faciliten el progreso y el bien estar universal.
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