Nuevo medio para el intercambio.
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Motivar y potenciar al ser humano.
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El aire, el agua, la luz, el sonido, el dinero,….cada uno por sí mismo, su abundante disponibilidad, naturaleza y valor es aproximado a cero. Si bien, unos se pueden transformar, otros se pueden construir y todos se pueden usar.
El valor de cualquier producto, bien o servicio, es el agregado de esfuerzos que se necesitan para transformar, construir y darle un posible uso. En determinados casos, pueden existir condicionantes de limitación de capacidad, disponibilidad, concurrencia, deterioro, reposición y búsquedas de alternativas de sustitución, por ejemplo, el petróleo.
El esfuerzo agregado, sería el tiempo que se necesita para transformar, construir y usar cuanto se quiera, inclusive los condicionantes.
Así pues, la Unidad de Tiempo, supone la medida de valor más razonable, para cualquier esfuerzo agregado que se necesite para transformar, construir y usar en cuanto sea de utilidad.
El agregado de esfuerzos serían las unidades de tiempo necesarias para valorar cualquier producto, bien y servicio, además de los condicionantes que correspondan y procedan.
Bienvenida sea, la Unidad de Tiempo Universal, como medio para el intercambio de productos, bienes y servicios. En verdad, desde mediados de los años 70, se iniciaron las actividades con dicho modelo de intercambio. En la actualidad, existen bastantes organizaciones de tiempo implantadas en bastantes países, funcionando aceptable y razonablemente, dado el escaso apoyo.
Finalmente, afrontar y decidir la transición, sobre la base actual existente, requerirá de la elaboración y programación de todo un verdadero, riguroso y serio proyecto universal. En la que, la organización y adecuación geográfica aproximada, para la plena ocupación y dedicación en diferentes actividades, estudios, formación, trabajo, ocio, etc., aunado al compromiso en motivar, potenciar el talento y las habilidades individuales a escala Universal, armonizando y organizando la disponibilidad, necesidades de la oferta y demanda de productos, bienes y servicios, todo en uno, serían las claves de la distribución del bienestar, el progreso equilibrado y sostenido.
Bienvenidos al futuro, ha llegado el momento. Sinceramente pienso, que casi todos estaríamos de acuerdo, lo deseamos, y además, lo merecemos como seres inteligentes con motivación por vivir y disfrutar del único bien real existente que es la vida y, que solo tenemos una.
El valor de cualquier producto, bien o servicio, es el agregado de esfuerzos que se necesitan para transformar, construir y darle un posible uso. En determinados casos, pueden existir condicionantes de limitación de capacidad, disponibilidad, concurrencia, deterioro, reposición y búsquedas de alternativas de sustitución, por ejemplo, el petróleo.
El esfuerzo agregado, sería el tiempo que se necesita para transformar, construir y usar cuanto se quiera, inclusive los condicionantes.
Así pues, la Unidad de Tiempo, supone la medida de valor más razonable, para cualquier esfuerzo agregado que se necesite para transformar, construir y usar en cuanto sea de utilidad.
El agregado de esfuerzos serían las unidades de tiempo necesarias para valorar cualquier producto, bien y servicio, además de los condicionantes que correspondan y procedan.
Bienvenida sea, la Unidad de Tiempo Universal, como medio para el intercambio de productos, bienes y servicios. En verdad, desde mediados de los años 70, se iniciaron las actividades con dicho modelo de intercambio. En la actualidad, existen bastantes organizaciones de tiempo implantadas en bastantes países, funcionando aceptable y razonablemente, dado el escaso apoyo.
Finalmente, afrontar y decidir la transición, sobre la base actual existente, requerirá de la elaboración y programación de todo un verdadero, riguroso y serio proyecto universal. En la que, la organización y adecuación geográfica aproximada, para la plena ocupación y dedicación en diferentes actividades, estudios, formación, trabajo, ocio, etc., aunado al compromiso en motivar, potenciar el talento y las habilidades individuales a escala Universal, armonizando y organizando la disponibilidad, necesidades de la oferta y demanda de productos, bienes y servicios, todo en uno, serían las claves de la distribución del bienestar, el progreso equilibrado y sostenido.
Bienvenidos al futuro, ha llegado el momento. Sinceramente pienso, que casi todos estaríamos de acuerdo, lo deseamos, y además, lo merecemos como seres inteligentes con motivación por vivir y disfrutar del único bien real existente que es la vida y, que solo tenemos una.
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PD.: Más le vale a los gobernantes, que tomen la iniciativa, convenzan a las élites y superen las resistencias y costumbres, o los ciudadanos empezarán a organizarse y actuar aunando voluntades por medio de Google y otros similares. Hay demasiados riesgos y mucho que perder, incluso paras las favorecidas élites, como para querer seguir imponiendo un modelo y sistema obsoleto y caducado. Seguir leyendo el arículo
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