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Desde la antigüedad hasta nuestros días las competiciones deportivas de cualquier disciplina, han sido y son, un magnífico acto universal, en el que pueblos de diferentes culturas se dan cita.
Muchos eventos deportivos han sido esenciales en acercar naciones, derribar sistemas sociales, acercar culturas, países, personas y modificar hábitos y costumbres.
Por equipos o individualmente, aprenden, mejoran, entrenan y compiten. Todos los pueblos de cualquier rincón del mundo siguen y animan a sus equipos y deportistas favoritos.
Generalmente, la motivación esencial de los deportistas y equipos es ganar a los oponentes y conseguir los primeros puestos que permiten conseguir el trofeo. Naturalmente, el premio supone, el reconocimiento de la afición en general y aunar un espíritu ideal universal.
Ahora bien, hay otro premio o beneficio oculto, con tanto valor como lograr el mejor trofeo. Es de naturaleza intangible y gran aporte social, esto es, la voluntad y libre iniciativa de participación de los deportistas y afición.
Poder elegir una actividad por preferencia, habilidad o vocación innata y/o adquirida por las gentes es un bien esencial y un beneficio directo, y sería, una de las piezas clave en el que se deberá de construir el nuevo modelo social.
Desde la antigüedad hasta nuestros días las competiciones deportivas de cualquier disciplina, han sido y son, un magnífico acto universal, en el que pueblos de diferentes culturas se dan cita.
Muchos eventos deportivos han sido esenciales en acercar naciones, derribar sistemas sociales, acercar culturas, países, personas y modificar hábitos y costumbres.
Por equipos o individualmente, aprenden, mejoran, entrenan y compiten. Todos los pueblos de cualquier rincón del mundo siguen y animan a sus equipos y deportistas favoritos.
Generalmente, la motivación esencial de los deportistas y equipos es ganar a los oponentes y conseguir los primeros puestos que permiten conseguir el trofeo. Naturalmente, el premio supone, el reconocimiento de la afición en general y aunar un espíritu ideal universal.
Ahora bien, hay otro premio o beneficio oculto, con tanto valor como lograr el mejor trofeo. Es de naturaleza intangible y gran aporte social, esto es, la voluntad y libre iniciativa de participación de los deportistas y afición.
Poder elegir una actividad por preferencia, habilidad o vocación innata y/o adquirida por las gentes es un bien esencial y un beneficio directo, y sería, una de las piezas clave en el que se deberá de construir el nuevo modelo social.
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