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En los límites del conocimiento adquirido, cuando no podemos resolver o dilucidar cualquier cuestión, el instinto y la intuición afloran ayudándonos a reflexionar y actuar.
No necesitamos comprender qué y por qué sucede lo que sea. Pero algo no cuadra en los papeles que representan los gobernantes y dirigentes.
El sexto sentido de la gente lo percibe y lo predice, posiblemente inconscientemente en la gran mayoría. Pero lo siente y le condiciona en su modo de actuar con los demás.
El problema surge, cuando la información focalizada en las imágenes que vemos en la TV, los gobernantes, dirigentes y decorado, ofrecen información sustancial relevante; la parafernalia del decorado, escenario, incluso de lujo, abrazos, sonrisas y alegría de las reuniones, declaraciones que apelan al sentir solidario y subliminalmente a creencias religiosas, comparecencias y fotos de familia festivas son una señal e información visual totalmente equivocada y contradictoria de la profunda situación de crisis en que vivimos permanentemente. La imagen que proyectan y que percibe el ciudadano de calle, es que la crisis no va con ellos.
Al parecer, la responsabilidad y obligación por mandato, en administrar y gobernar con buenos modos y respeto para todos los ciudadanos y procurar el mejor bienestar posible, supone actuar como unos saltimbanquis o payasos de circo, con perdón para los profesionales de dicha y respetable profesión.
Aparente Normalidad y Calma
El guión, escenario y decorado ya se ha montando a la misma velocidad de los acontecimientos adversos. Objetivo; distraer y adormecer a los mirones, curiosos y espectadores en general, es la inmediata consigna y actuación, procurando que regresemos al estado de zombis en que estábamos antes de la fiesta.
El eslogan y la propaganda están en marcha a través de los medios de comunicación de masas. Rebajar la tensión, evitar discrepancias de bulto, información generalista de normalidad, relevancia del discurso en hora y lugar previamente señalado,(apertura de mercados, bolsas, noticias, etc.), disimulo de los conflictos, más propaganda de premios de dinero en la timba de cualquier medio, operadora telefónica o premios de lotería de quien sea necesario, en directo, al momento, rascando y ahora solo faltaba que nos digan que ganamos por llevar la nómina al banco, así seguido lo que viene será parecido y más.
En los límites del conocimiento adquirido, cuando no podemos resolver o dilucidar cualquier cuestión, el instinto y la intuición afloran ayudándonos a reflexionar y actuar.
No necesitamos comprender qué y por qué sucede lo que sea. Pero algo no cuadra en los papeles que representan los gobernantes y dirigentes.
El sexto sentido de la gente lo percibe y lo predice, posiblemente inconscientemente en la gran mayoría. Pero lo siente y le condiciona en su modo de actuar con los demás.
El problema surge, cuando la información focalizada en las imágenes que vemos en la TV, los gobernantes, dirigentes y decorado, ofrecen información sustancial relevante; la parafernalia del decorado, escenario, incluso de lujo, abrazos, sonrisas y alegría de las reuniones, declaraciones que apelan al sentir solidario y subliminalmente a creencias religiosas, comparecencias y fotos de familia festivas son una señal e información visual totalmente equivocada y contradictoria de la profunda situación de crisis en que vivimos permanentemente. La imagen que proyectan y que percibe el ciudadano de calle, es que la crisis no va con ellos.
Al parecer, la responsabilidad y obligación por mandato, en administrar y gobernar con buenos modos y respeto para todos los ciudadanos y procurar el mejor bienestar posible, supone actuar como unos saltimbanquis o payasos de circo, con perdón para los profesionales de dicha y respetable profesión.
Aparente Normalidad y Calma
El guión, escenario y decorado ya se ha montando a la misma velocidad de los acontecimientos adversos. Objetivo; distraer y adormecer a los mirones, curiosos y espectadores en general, es la inmediata consigna y actuación, procurando que regresemos al estado de zombis en que estábamos antes de la fiesta.
El eslogan y la propaganda están en marcha a través de los medios de comunicación de masas. Rebajar la tensión, evitar discrepancias de bulto, información generalista de normalidad, relevancia del discurso en hora y lugar previamente señalado,(apertura de mercados, bolsas, noticias, etc.), disimulo de los conflictos, más propaganda de premios de dinero en la timba de cualquier medio, operadora telefónica o premios de lotería de quien sea necesario, en directo, al momento, rascando y ahora solo faltaba que nos digan que ganamos por llevar la nómina al banco, así seguido lo que viene será parecido y más.
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