domingo, 22 de marzo de 2009

El Compromiso

.
La perdida de referentes esenciales en cuanto a principios y valores, supone un vacio inmenso en la iniciativa para actuar entre el límite y caducidad del conocimiento, generando la desconfianza propia y la de los demás entre sí mismos.

Así pues, es esencial, restablecer la armonía y el equilibrio propio y con el entorno, si de verdad queremos iniciar el establecimiento de unas bases solidas que permitan y faciliten resolver los graves problemas de convivencia social y crisis que nos rodean.

Entre los problemas que nos están paralizando, las causas del modelo económico, aún siendo muy importante, no son lo esencial de la cuestión.

Uno de los pocos ingredientes esenciales de la crisis actual es la asunción consciente propia y de los demás a escala Universal de Compromiso de Principios, Valores y Actuación.

Se requiere para todo el mundo, un cambio de mentalidad y consciencia en cuanto a motivación y actitud de comportamiento, asumiendo e interiorizando la propia confianza y el compromiso en actuar correctamente en la flexibilidad de nuestro conocimiento y aptitudes con la dependencia e igual proceder de los demás.

Este acto de compromiso personal universal, se debería de realizar y oficializar, cómo y dónde sea necesario y proceda, en todos los ámbitos públicos y privados. Parecido a como se actúa en la toma de posesión de un cargo público, el juramento ante la declaración en un juicio, el juramento de los médicos, etc., respetando y evitando cualquier ideario sectario o limitativo.

La asunción de la propia responsabilidad para uno mismo y con los demás, aunada a la de todos, restablece la confianza, aglutina la motivación y facilita la actuación general en armonía y equilibrio.

La necesaria y consciente colaboración por la inevitable dependencia con los demás, sería el otro pilar para mejorar la eficiencia y la calidad de vida en general.

La acumulación de conocimientos y mejora de habilidades para uno mismo y los demás, formaría parte esencial del compromiso y motivación de actuación para mejorar y lograr el bienestar universal.

El modelo cooperativo es un buen referente de progreso organizativo a condición de que sepa adecuar y aunar la modernización a la redefinición como modelo alternativo socio económico de organización solidaria, equilibrada y más equitativa o justa, evitando los males implícitos del modelo capitalista al límite del fracaso.

Así pues, la motivación sería actuar en mejorar las condiciones y el entorno del bienestar universal.

La responsabilidad asumida a consecuencia de la iniciativa y voluntad propia, sería el incentivo y recompensa, además del agradecimiento y el reconocimiento de la sociedad, siendo implícita, la actuación solidaria y no discriminatoria en cuanto a los privilegios y retribuciones materiales y económicas.

Obviamente, cuanto antecede, no evitará la actuación del traidor que falte al juramento, la codicia de quien se quiera aprovechar del ignorante o del menos favorecido y de cualquier otra acción repudiable o criminal de las que ya conocemos.
.
Así pues, dispondríamos de un marco más favorable que al menos facilitaría la cautela y prevención en la acción individual y colectiva social y legalmente constituida, asumida y aceptada mediante el acto público individual de compromiso personal universal.
.

No hay comentarios: