viernes, 3 de abril de 2009

Aplazamiento sin convicción…

Ayer jueves por la tarde desde las 18 h durante casi 5 horas pude contemplar el atardecer lluvioso del paisaje de la plaza del Ayuntamiento de Valencia con el ir y venir de las gentes residentes y foráneas, grupos de turistas variados y estudiantes alegres ajenos todos entre ellos a sus pensamientos y al mío.


Mucho movimiento de personajes variopintos a la entrada y salida del Ayuntamiento, aparentemente, bien custodiado con ropas de faena unos y otros de paisano, fila de coches de alta gama con sus conductores vestidos pulcramente, algunas palomas y puestos alrededor de la plaza llenos de variadas y perfumadas flores bailando al ritmo de la brisa marina.

La suave nube que abraza mi corazón, en los prolegómenos y el viaje a la plaza, me mostró el sentir profundo que nos une más allá de cualquier condicionante razonable de la inercia química y la empatía emocional. Llevando a moderar, sin convicción ni razón alguna, mi iniciativa y decisión, aplazo pues, para más adelante la actuación señalada en mi anterior.

Lamento NO comprometerme a desistir de mi pensamiento, es superior a mis fuerzas.

También he recibido algunas llamadas de teléfono y un mail valioso, como no podía ser menos, de mi apreciada y adorable amiga Ger, que me termina de dar la puntilla. Gracias a todos.

LA VERDAD ES, QUE NO QUIERO SEGUIR DEJANDO QUE JUEGUE NADIE NI NADA CON LAS PERSONAS, BASTA YA!!

En verdad, llevaba tiempo preparando el previsible momento, pero conciliar los deseos con la realidad, en ocasiones, requiere de esfuerzo adicional además de decisión. Compartimos mucho más que pensamientos y proceder, pero cuando aparece el momento, el instinto de posesión y posible pérdida aparece en toda su dimensión cuanto de único y en verdad se aprecia y tiene.

No serán suficientes compartir las profundas convicciones y principios. Se requerirá además, liberarse de servidumbres y lazos emocionales de carácter educacional y familiar difíciles de posicionar en su lugar.

Otro aspecto esencial es, fortalecer la autoestima y espacio individual, respetando el espacio exclusivo personal y reduciendo dependencias, las que sean, que sutilmente el sistema teje alrededor de las personas, condicionándolas en iniciar actuaciones de libre decisión propias sin que supongan invasión o atentado alguno a la persona que a bien comparte el devenir de la convivencia diaria.

Espero saber hacer para superar la incidencia y mejor elegir y encauzar la próxima, ya que la anunciada anteriormente me veo obligado a retrasar, en tiempo suficiente para madurar y evaluar otras posibles alternativas.

En otro orden, comentar sobre los acontecimientos ocurridos en Londres en el encuentro del G20.

Las iniciativas de los convocantes, entiendo, son la peor manera de presionar y afrontar la búsqueda de soluciones a los conflictos existentes. La violencia engendra más violencia, y entre seres civilizados, por lo menos, se deberían de intentar otras actuaciones razonables e inteligentes, por ejemplo la movilización activa inteligente.

El sistema no tolerará nunca, y me parece bien y comparto, cualquier muestra de revuelta y alboroto por muy justificada que sea, que lo es y mucho, con razón de más para intentar otros cauces, evitando provocar cualquier uso de todos los medios y fuerza para mantener el orden. Las fuerzas del orden no merecen ser apaleadas y humilladas por los ciudadanos a los cuales sirve, como misión primordial, proteger contra la delincuencia y ayudar en el orden ante accidentes o desastres de cualquier naturaleza y no a pelearse con unos alborotadores irresponsables del tres al cuarto.


Sin duda, muy lamentable es un muerto, varios heridos, multitud de detenidos y cuantiosos destrozos de bienes privados y públicos, que la propia naturaleza del desorden y el fragor de la contienda impide encauzar y evitar lo peor. Y por si fuera poco, lo único que consiguen en cercenar y obstruir cualquier vía de dialogo razonable de modo que facilite la búsqueda de mejores soluciones a los problemas existentes.

En cuanto a la declaración final del G20, analizada a vuela pluma, solo aparecen medidas periféricas sin entrar al fondo de las reglas del juego y un vago compromiso en adelante de adecuar los controles y ampliar fondos a organismos internacionales, como comentaré y razonaré en detalle y a fondo en otro momento, lo esencial apenas se roza y lo acordado, lo que hace es alargar la maltrecha supervivencia del sistema.


Por ejemplo, no hacía falta tanto bombo para atajar los paraísos financieros lejanos, los verdaderos paraísos financieros los tenemos en nuestra propia casa debajo de las alfombras, bien está el truco como distracción, pero se suponía, que el evento giraría sobre asuntos serios de verdad.

Una verdadera lástima de ocasión perdida, esperemos que la siguiente sea más productiva y eficiente.

Mientras, trataré de sacar fuerzas de donde no tengo para seguir enjaulado en la timba, ahora más regulada, es decir, con bata blanca y guantes desinfectados. Veremos.

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