Lluís Bassets publica en su blog el texto “Ni anticipación ni respuesta”, lamenta la falta de anticipación de cuanto sucede por parte de los medios de comunicación.
Efectivamente, intentar explorar y anticiparse a posibles acontecimientos, no significa asumir el papel de profetizar y especular, menos aun, para un medio de comunicación con abundantes fuentes, medios y recursos, además de un excepcional mirador para contemplar los diferentes escenarios y actores.
La desproporción de los acontecimientos actuales con las miles de páginas publicadas y las horas emitidas en radio y televisión de cuestiones intrascendentes y banales, sin duda, son motivo de preocupación por el sufrimiento y el drama de millones de seres humanos, siendo el lamento la carga menor de las conciencias de gobernantes y dirigentes sociales que tienen la responsabilidad implícita de encauzar las vidas de todas las personas, en especial las menos favorecidas y forzosamente excluidas por los condicionantes que sean.
Hasta la fecha, el progreso de la civilización se ha logrado por elegir una opción equivocada desde una posición egoísta, sectaria y excluyente.
Esta visión y modo de actuación parcial, aunado a la dinámica diaria, brevedad existencial individual, deficiencias tecnológicas y de información, carencias de organización en diferentes partes del escenario mundial, entre otras, posiblemente sean las causas que han impedido la anticipación de cuanto ocurre.
Ya sabemos de la conveniencia, necesidad y buenos resultados de asociar y relacionar el conocimiento de diferentes campos de la ciencia en la búsqueda de soluciones y en la aplicación de medidas que necesariamente tienen que evolucionar, mejorar y adaptarse en el tiempo.
Con la inteligencia del ser humano, el progreso y los medios tecnológicos alcanzados, ahora se trataría de aunar y aglutinar el conocimiento, eligiendo la mejor opción posible de cuanto se trate, sin exclusiones, sectarismos y privilegios, buscando el bienestar universal.
Así, el ser humano puede seguir progresando y avanzando en el día a día de la civilización. Compartir conocimiento, mejorarlo con aportaciones individuales y de grupo, eligiendo la mejor opción en bien de la humanidad, sin exclusiones, sectarismos o condicionantes ajenos al bien universal.
Es esencial, que se aglutine y añada el conocimiento de cualquiera de las personas y colectivos existentes donde quiera que se encuentre. Hoy, gracias al progreso, existen medios técnicos y procedimientos suficientes para agregar y acumular el conocimiento, gestionando la información y utilizando las herramientas adecuadas para mejor resolver las dificultades.
Efectivamente, intentar explorar y anticiparse a posibles acontecimientos, no significa asumir el papel de profetizar y especular, menos aun, para un medio de comunicación con abundantes fuentes, medios y recursos, además de un excepcional mirador para contemplar los diferentes escenarios y actores.
La desproporción de los acontecimientos actuales con las miles de páginas publicadas y las horas emitidas en radio y televisión de cuestiones intrascendentes y banales, sin duda, son motivo de preocupación por el sufrimiento y el drama de millones de seres humanos, siendo el lamento la carga menor de las conciencias de gobernantes y dirigentes sociales que tienen la responsabilidad implícita de encauzar las vidas de todas las personas, en especial las menos favorecidas y forzosamente excluidas por los condicionantes que sean.
Hasta la fecha, el progreso de la civilización se ha logrado por elegir una opción equivocada desde una posición egoísta, sectaria y excluyente.
Esta visión y modo de actuación parcial, aunado a la dinámica diaria, brevedad existencial individual, deficiencias tecnológicas y de información, carencias de organización en diferentes partes del escenario mundial, entre otras, posiblemente sean las causas que han impedido la anticipación de cuanto ocurre.
Ya sabemos de la conveniencia, necesidad y buenos resultados de asociar y relacionar el conocimiento de diferentes campos de la ciencia en la búsqueda de soluciones y en la aplicación de medidas que necesariamente tienen que evolucionar, mejorar y adaptarse en el tiempo.
Con la inteligencia del ser humano, el progreso y los medios tecnológicos alcanzados, ahora se trataría de aunar y aglutinar el conocimiento, eligiendo la mejor opción posible de cuanto se trate, sin exclusiones, sectarismos y privilegios, buscando el bienestar universal.
Así, el ser humano puede seguir progresando y avanzando en el día a día de la civilización. Compartir conocimiento, mejorarlo con aportaciones individuales y de grupo, eligiendo la mejor opción en bien de la humanidad, sin exclusiones, sectarismos o condicionantes ajenos al bien universal.
Es esencial, que se aglutine y añada el conocimiento de cualquiera de las personas y colectivos existentes donde quiera que se encuentre. Hoy, gracias al progreso, existen medios técnicos y procedimientos suficientes para agregar y acumular el conocimiento, gestionando la información y utilizando las herramientas adecuadas para mejor resolver las dificultades.
Todas las personas son importantes y necesarias, pues entre alguna de ellas o varias pueden surgir las ideas que se necesitan para muchos de los problemas existentes, asumiendo el progreso y adecuación necesaria según evolucionen los acontecimientos.
Voluntad de los gobernantes, dirigentes sociales y responsables de los medios de comunicación es cuanto se requiere para actuar en bien universal del ser humano.
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