La gran pandemia no es la gripe A ni otras similares, la gran pandemia y drama son las migraciones forzadas por necesidad de vivir y progresar.
De 3 mil a 20 mil euros y más, pagan estas personas a los modernos traficantes de emigrantes por escapar de la total miseria reinante en sus países de origen.
En Usa, Europa y otros países desde hace años existe este tráfico de personas con la esperanza de un mundo de aparente abundancia. De existir cifras fiables, posiblemente sea la mayor catástrofe de la humanidad iniciado el Siglo XXI.
Si a esto se añade el paulatino aumento de la piratería en el mar, tierra y actos delictivos asociados similares en la mayoría de los países, el coste en vidas humanas y económico parece insostenible, siendo toda una vergüenza además de fuente de graves problemas sociales y de convivencia para cualquier persona con un mínimo de consciencia y sentido común.
Cada vez se necesitarán más medios y cuantiosos recursos, además flotas de barcos, medios aéreos y recursos humanos y dinerarios para contener la marea, cuando la solución pasa por liberar a la humanidad de la tiranía y dictadura del dinero.
La única manera de detener estas continuas migraciones forzadas contra natura y la libre voluntad es realizar un verdadero plan por liberar a la humanidad de las ataduras creadas por el hombre, si no queremos sufrir las consecuencias del odio de estas gentes desarraigadas sin esperanzas de donde vienen y sin fuerzas cuando llegan aquí.
Mientras, seguiremos mirando para otro lado, hasta que no haya dónde mirar con el problema encima con toda su fuerza sin solución posible.
De 3 mil a 20 mil euros y más, pagan estas personas a los modernos traficantes de emigrantes por escapar de la total miseria reinante en sus países de origen.
En Usa, Europa y otros países desde hace años existe este tráfico de personas con la esperanza de un mundo de aparente abundancia. De existir cifras fiables, posiblemente sea la mayor catástrofe de la humanidad iniciado el Siglo XXI.
Si a esto se añade el paulatino aumento de la piratería en el mar, tierra y actos delictivos asociados similares en la mayoría de los países, el coste en vidas humanas y económico parece insostenible, siendo toda una vergüenza además de fuente de graves problemas sociales y de convivencia para cualquier persona con un mínimo de consciencia y sentido común.
Cada vez se necesitarán más medios y cuantiosos recursos, además flotas de barcos, medios aéreos y recursos humanos y dinerarios para contener la marea, cuando la solución pasa por liberar a la humanidad de la tiranía y dictadura del dinero.
La única manera de detener estas continuas migraciones forzadas contra natura y la libre voluntad es realizar un verdadero plan por liberar a la humanidad de las ataduras creadas por el hombre, si no queremos sufrir las consecuencias del odio de estas gentes desarraigadas sin esperanzas de donde vienen y sin fuerzas cuando llegan aquí.
Mientras, seguiremos mirando para otro lado, hasta que no haya dónde mirar con el problema encima con toda su fuerza sin solución posible.
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