3 octubre 2007
En este viaje con destino conocido…………… (Revisado 18 septiembre 2008)
Sin billete de regreso, vamos más aprisa de lo deseable por un recorrido tortuoso imprevisible y caos. La compañía de la mayoría de pasajeros, ausentes e inmersos en sus propios asuntos, añadido a otros que, en ocasiones están más o menos próximos y comparten sus inquietudes e ilusiones al veloz paso del variado paisaje y el traqueteo del viaje, posibilita disfrutar y poner en orden/desorden nuestra propia existencia y precario equilibrio.
Curiosamente resulta, cuanto menos sorprendente, comprobar la sucesión, repetición y similitud, inclusive lo imprevisto, del paisaje y acontecimientos. Si nos detenemos a analizar por un momento el impacto que supone la incorporación y convivencia con los nuevos adelantos se puede comprobar que son irrelevantes en la esencia y sustancia de los asuntos importantes cotidianos en el mejor de los casos. Un coche o un móvil de última generación convive en las calles y carreteras con muchos que se dejaron de fabricar hace años, el descubrimiento y lectura del ADN, el Genoma y el revuelo de falsas expectativas médicas o de otro orden, creando expectativas próximas a corto plazo, siguen alimentando el Cáncer y otros virus por descubrir, que seguirá llevando al otro mundo cada vez a más millones de individuos durante varios decenios a pesar de los avances y mejoras de cada momento. La Televisión, el Internet, el GPS, el Ordenador y otros presentes y futuros, por muy rápidos y capaces que sean en sus cálculos no pueden superar la infranqueable barrera de los Bits del ser humano que supone la limitación de comunicación de los sentidos, las manos, el entendimiento, el pensamiento, la palabra, la lectura y el hecho en sí mismo de escribir hasta que no pasen, digamos, al menos un sin fin de años.
Obviamente, es cierto que toda esta cacharrería posibilita el adelanto en la toma de decisiones en ocasiones más intuitivas que ciertas, que permiten explorar hipótesis teóricas en algunos casos y llevarlas a la práctica con los consecuentes riesgos y desastres que en multitud de ocasiones se producen, como la actual crisis financiera. Sin duda, el atractivo del medio apasiona y cautiva al capitalismo salvaje dominante en detrimento del capital humano. Así nos va, estando huérfanos y sin referente de los ancestrales valores refugio que nos daban soporte.
Posiblemente sea bueno, pues cada día que pasa más personas despertarán del letargo en que están y se supone que más pronto que tarde se pondrán en marcha y desarrollarán la inteligencia para salir del atasco en que nos encontramos inmersos, iniciando y explorando nuevos caminos que nos permitan ir encontrando soluciones afinadas siempre transitorias, pues el conocimiento en sí mismo caduca nada mas descubrirse.
Es previsible y razonable pensar, por los signos que comienzan a aparecer, que más pronto que tarde, se produzca una imprevista revolución, súbita y de incalculables consecuencias sociales, que será aparentemente rápida y tranquila dejando un paisaje despejado y con nuevas energías para las generaciones jóvenes en curso y que están por llegar. Como viajero y espectador caduco me tendré que preparar para asimilar dicho acontecimiento previo renuncia en intentar descubrir en qué consistirá y de qué se tratará.
Como ha sucedido a lo largo de la historia el conocimiento de cada momento, aunado a la dedicación plena por la vivencia diaria en resolver improvisadamente los problemas cotidianos no dejan espacio al estudio y previsión de dichos acontecimientos futuros y escaso margen para adoptar algún modelo de organización medianamente razonable democrático, siendo la improvisación el sustituto del conocimiento.
Es conocida la existencia de grupos que se dedican a intentar prever posibles acontecimientos de toda naturaleza y a crear simulaciones de toda índole, si bien, han demostrado su ineficacia y prácticamente casi nunca siquiera se acercan o aciertan en sus pronósticos. Expertos y analistas de todas las ramas se equivocan estrepitosa y continuamente en sus previsiones y consejos, los gobiernos cuadran delictiva y fraudulentamente sus presupuestos y suelen pervertir el modelo económico-social que imponen según les venga al caso en el restaurante famoso o campo de golf de turno y las grandes o medianas empresas son en su mayoría una novela de ficción con un orden aparente de fiasco del sistema.
En suma, todo cuadra, incluso lo nefasto, para la mayoría claro, pues un puñado de listos se mantiene al margen y a salvo de sus negligentes y delictivas decisiones y actuaciones con una buena casa libre de hipotecas y todo el lujo a sus pies a cargo de los incautos accionistas y llegado el caso, como sucede actualmente, de los domesticados contribuyentes.
Bien, podemos añadir que personajes como Leonardo Da Vinci, Julio Verne, Albert Einstein entre otros y sin contar con los grandes pensadores de todos los tiempos, fueron visionarios de un futuro que se ha ido cumpliendo en parte, pero vemos, que sus pronósticos en algunos casos responden a lo que se puede llamar vulgarmente como cacharrería, nada que ver con el capital humano potencial, y digamos, revolución futura pendiente.
A modo de referencia podemos citar acontecimientos imprevistos como la revolución francesa, la crisis de 1929, la 2ª guerra mundial, la caída del muro de Berlín, la desintegración de la URSS y el acto terrorista sobre las Torres Gemela de NY, entre otros, han supuesto hitos de la historia reciente que suponen deudas cada vez mas crecientes a saldar con la futura e inesperada revolución que en cualquier momento aparecerá.
Qué acontecimiento, cómo y qué grupo o cultura nos aportará dicho nuevo punto de partida. En qué consistirá, será tranquilo, será aceptado pacíficamente por los reducidos grupos de poder actual, será lo suficientemente inteligente para convencer y ofrecer contrapartidas y garantías a dichos grupos de poder en equilibrio con el resto, una vez implantados con éxito sin posible vuelta atrás.
Que individuo,(s), pueden ser los impulsores, difusores y promotores, acaso será un político o un empresario conocido, acaso un desconocido con proyección o está por aparecer. Será armonioso y respetuoso con las diferentes culturas existentes. Servirá de referente el modelo de leyes Británico. Acaso vendrá de China con sus dos sistemas y un sólo régimen.
Lo más probable es que venga a consecuencia de un acontecimiento en masa social sin precedentes, si bien se puede observar que los medios de comunicación últimamente están ensayando con ciertas noticias, lo que podríamos llamar procedimiento para neutralizar dicha revolución, creando alarma social con noticias de toda índole ya sean accidentes o la actual crisis económica. Cómo se puede armonizar este caos con proyección futura sin el derramamiento histórico de sangre.
Acaso será necesario que un hecho sin precedentes e imprevisto de la naturaleza sea el desencadenante, el aumento súbito del nivel del mar en 8 o 15 metros por un tsunami a consecuencia de un terremoto, inundaría capitales como NY, Tokio, Los Ángeles pasando por Valencia, también podría suceder que un meteorito lo suficiente grande o un terremoto destruya completamente una gran zona habitada del primer mundo.
En última instancia y además de catástrofes naturales, necesariamente tendrá que ser sencillo, fácil de aplicar, rápido, efectivo y naturalmente, su aparición será casual como cuando se descubrió la penicilina o la electricidad.
Sigue en otras de mis notas diversas…………..
En este viaje con destino conocido…………… (Revisado 18 septiembre 2008)
Sin billete de regreso, vamos más aprisa de lo deseable por un recorrido tortuoso imprevisible y caos. La compañía de la mayoría de pasajeros, ausentes e inmersos en sus propios asuntos, añadido a otros que, en ocasiones están más o menos próximos y comparten sus inquietudes e ilusiones al veloz paso del variado paisaje y el traqueteo del viaje, posibilita disfrutar y poner en orden/desorden nuestra propia existencia y precario equilibrio.
Curiosamente resulta, cuanto menos sorprendente, comprobar la sucesión, repetición y similitud, inclusive lo imprevisto, del paisaje y acontecimientos. Si nos detenemos a analizar por un momento el impacto que supone la incorporación y convivencia con los nuevos adelantos se puede comprobar que son irrelevantes en la esencia y sustancia de los asuntos importantes cotidianos en el mejor de los casos. Un coche o un móvil de última generación convive en las calles y carreteras con muchos que se dejaron de fabricar hace años, el descubrimiento y lectura del ADN, el Genoma y el revuelo de falsas expectativas médicas o de otro orden, creando expectativas próximas a corto plazo, siguen alimentando el Cáncer y otros virus por descubrir, que seguirá llevando al otro mundo cada vez a más millones de individuos durante varios decenios a pesar de los avances y mejoras de cada momento. La Televisión, el Internet, el GPS, el Ordenador y otros presentes y futuros, por muy rápidos y capaces que sean en sus cálculos no pueden superar la infranqueable barrera de los Bits del ser humano que supone la limitación de comunicación de los sentidos, las manos, el entendimiento, el pensamiento, la palabra, la lectura y el hecho en sí mismo de escribir hasta que no pasen, digamos, al menos un sin fin de años.
Obviamente, es cierto que toda esta cacharrería posibilita el adelanto en la toma de decisiones en ocasiones más intuitivas que ciertas, que permiten explorar hipótesis teóricas en algunos casos y llevarlas a la práctica con los consecuentes riesgos y desastres que en multitud de ocasiones se producen, como la actual crisis financiera. Sin duda, el atractivo del medio apasiona y cautiva al capitalismo salvaje dominante en detrimento del capital humano. Así nos va, estando huérfanos y sin referente de los ancestrales valores refugio que nos daban soporte.
Posiblemente sea bueno, pues cada día que pasa más personas despertarán del letargo en que están y se supone que más pronto que tarde se pondrán en marcha y desarrollarán la inteligencia para salir del atasco en que nos encontramos inmersos, iniciando y explorando nuevos caminos que nos permitan ir encontrando soluciones afinadas siempre transitorias, pues el conocimiento en sí mismo caduca nada mas descubrirse.
Es previsible y razonable pensar, por los signos que comienzan a aparecer, que más pronto que tarde, se produzca una imprevista revolución, súbita y de incalculables consecuencias sociales, que será aparentemente rápida y tranquila dejando un paisaje despejado y con nuevas energías para las generaciones jóvenes en curso y que están por llegar. Como viajero y espectador caduco me tendré que preparar para asimilar dicho acontecimiento previo renuncia en intentar descubrir en qué consistirá y de qué se tratará.
Como ha sucedido a lo largo de la historia el conocimiento de cada momento, aunado a la dedicación plena por la vivencia diaria en resolver improvisadamente los problemas cotidianos no dejan espacio al estudio y previsión de dichos acontecimientos futuros y escaso margen para adoptar algún modelo de organización medianamente razonable democrático, siendo la improvisación el sustituto del conocimiento.
Es conocida la existencia de grupos que se dedican a intentar prever posibles acontecimientos de toda naturaleza y a crear simulaciones de toda índole, si bien, han demostrado su ineficacia y prácticamente casi nunca siquiera se acercan o aciertan en sus pronósticos. Expertos y analistas de todas las ramas se equivocan estrepitosa y continuamente en sus previsiones y consejos, los gobiernos cuadran delictiva y fraudulentamente sus presupuestos y suelen pervertir el modelo económico-social que imponen según les venga al caso en el restaurante famoso o campo de golf de turno y las grandes o medianas empresas son en su mayoría una novela de ficción con un orden aparente de fiasco del sistema.
En suma, todo cuadra, incluso lo nefasto, para la mayoría claro, pues un puñado de listos se mantiene al margen y a salvo de sus negligentes y delictivas decisiones y actuaciones con una buena casa libre de hipotecas y todo el lujo a sus pies a cargo de los incautos accionistas y llegado el caso, como sucede actualmente, de los domesticados contribuyentes.
Bien, podemos añadir que personajes como Leonardo Da Vinci, Julio Verne, Albert Einstein entre otros y sin contar con los grandes pensadores de todos los tiempos, fueron visionarios de un futuro que se ha ido cumpliendo en parte, pero vemos, que sus pronósticos en algunos casos responden a lo que se puede llamar vulgarmente como cacharrería, nada que ver con el capital humano potencial, y digamos, revolución futura pendiente.
A modo de referencia podemos citar acontecimientos imprevistos como la revolución francesa, la crisis de 1929, la 2ª guerra mundial, la caída del muro de Berlín, la desintegración de la URSS y el acto terrorista sobre las Torres Gemela de NY, entre otros, han supuesto hitos de la historia reciente que suponen deudas cada vez mas crecientes a saldar con la futura e inesperada revolución que en cualquier momento aparecerá.
Qué acontecimiento, cómo y qué grupo o cultura nos aportará dicho nuevo punto de partida. En qué consistirá, será tranquilo, será aceptado pacíficamente por los reducidos grupos de poder actual, será lo suficientemente inteligente para convencer y ofrecer contrapartidas y garantías a dichos grupos de poder en equilibrio con el resto, una vez implantados con éxito sin posible vuelta atrás.
Que individuo,(s), pueden ser los impulsores, difusores y promotores, acaso será un político o un empresario conocido, acaso un desconocido con proyección o está por aparecer. Será armonioso y respetuoso con las diferentes culturas existentes. Servirá de referente el modelo de leyes Británico. Acaso vendrá de China con sus dos sistemas y un sólo régimen.
Lo más probable es que venga a consecuencia de un acontecimiento en masa social sin precedentes, si bien se puede observar que los medios de comunicación últimamente están ensayando con ciertas noticias, lo que podríamos llamar procedimiento para neutralizar dicha revolución, creando alarma social con noticias de toda índole ya sean accidentes o la actual crisis económica. Cómo se puede armonizar este caos con proyección futura sin el derramamiento histórico de sangre.
Acaso será necesario que un hecho sin precedentes e imprevisto de la naturaleza sea el desencadenante, el aumento súbito del nivel del mar en 8 o 15 metros por un tsunami a consecuencia de un terremoto, inundaría capitales como NY, Tokio, Los Ángeles pasando por Valencia, también podría suceder que un meteorito lo suficiente grande o un terremoto destruya completamente una gran zona habitada del primer mundo.
En última instancia y además de catástrofes naturales, necesariamente tendrá que ser sencillo, fácil de aplicar, rápido, efectivo y naturalmente, su aparición será casual como cuando se descubrió la penicilina o la electricidad.
Sigue en otras de mis notas diversas…………..
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