Dado que es improbable renunciar al consumo de energía y como quiera que es ineludible el pago de impuestos añadidos, además de costes y beneficios de producción y distribución, de igual modo se debería de aplicar obligatoriamente un % en los precios de los combustibles que compramos y consumimos para invertir en investigación, nuevas fuentes de energías y sistemas de producción por parte de cada uno de los consumidores.
Para los combustibles no renovables como el petróleo y el gas este % valor, debería corresponder al importe de pérdida y no reposición de la materia prima de origen y sería el resultado de la correspondiente formulación.
Para el caso del resto de combustibles este % valor, correspondería al equivalente por su aporte respecto al total de energías, tomando como base la del petróleo y gas, empleándose la misma fórmula anterior como referencia.
Obviamente, los importes añadidos que paguemos en las compras de combustibles, (gasolinas, gas, electricidad, etc.), se destinarían como capital e inversión a futuro de cada consumidor a instrumentar y gestionar por las entidades habilitadas al efecto.
Para los combustibles no renovables como el petróleo y el gas este % valor, debería corresponder al importe de pérdida y no reposición de la materia prima de origen y sería el resultado de la correspondiente formulación.
Para el caso del resto de combustibles este % valor, correspondería al equivalente por su aporte respecto al total de energías, tomando como base la del petróleo y gas, empleándose la misma fórmula anterior como referencia.
Obviamente, los importes añadidos que paguemos en las compras de combustibles, (gasolinas, gas, electricidad, etc.), se destinarían como capital e inversión a futuro de cada consumidor a instrumentar y gestionar por las entidades habilitadas al efecto.
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