lunes, 9 de febrero de 2009

La piedra filosofal (Esencia y Naturaleza)

Antes de continuar, quisiera invitar al lector a leer la Introducción a La piedra Filosofal, para facilitar el contexto con la finalidad de situar y ajustar la presente al título.

Una sola piedra puede ser suficiente para mantener, derribar o iniciar cuanto queramos.

La esencia sería, tratar de averiguar y saber elegir la piedra adecuada y la obra, al fin que se pretenda.

Desde la antigüedad, el ser humano ha buscado sin descanso y sin resultado aparente, la piedra filosofal. Cómo es, quién la ha visto, dónde puede estar, es acaso un mito o una leyenda entre muchas.

Veamos, realicemos un viaje creativo y procuremos interpretar la naturaleza de cuanto nos rodea.

Si observamos a todos los seres vivos existentes en el planeta, solo un componente es esencial para todos en el inicio. Si analizamos los productos, materiales y maquinaria de toda índole, también un solo componente o pieza es esencial. Y así seguido con todo lo demás. No obstante, en algunas ocasiones, el elemento o componente esencial se compone de 2 o más elementos importantes inseparables que conforman la particularidad de esencial.

Los componentes o elementos importantes y accesorios pueden ser múltiples y variados, si bien, al propósito de la presente, solo suponen condicionantes temporales al igual que la teoría plenamente vigente y reconocida del creacionismo de Darwin, que no podía ver y señalar, por falta de medios y conocimientos, la pieza esencial del ADN compartida por todos los seres vivos, pero que sin duda está implícita en su teoría.

Lo mismo o parecido sucede, con todo lo demás que nos rodea, en cuanto asimilación del elemento, componente o pieza esencial y lo mismo sucede en cuanto a su correspondencia esencial con la piedra filosofal.

Así, podríamos exponer que, una piedra, un elemento, un componente o una pieza de naturaleza esencial podría ser la tan ansiada piedra filosofal que andamos buscando y que no sabemos ver.

Sí, así es; una sola pieza es esencial y cuanto se necesita encontrar, para mantener, derribar o iniciar cuanto se pretenda.

Esto supone que, para resolver los actuales conflictos económicos, sociales, ambientales, guerras, etc. etc., lo que se necesita es, identificar esa única pieza esencial que, facilite resolver los conflictos y problemas uno detrás de otro en el orden y prioridad que se quiera.

Ejemplos hay muchos y variados. Uno entre tantos, sería el siguiente: en Suráfrica, en tiempos del apartheid, el galardonado con el premio nobel Nelson Mandela, mientras estaba en la cárcel durante 17 años, con una inteligencia emocional extraordinaria, supo descubrir en su cautiverio, la piedra filosofal que derribaría el repudiado sistema del apartheid en el que un puñado de blancos, poseían el control total de un país, sus riquezas y gentes de color sometidas a su servicio.

Nelson Mandela, descubrió y supo canalizar la pasión por el rugby de la minoría blanca, (los afrikáners), con un objetivo estratégico que parecía increíble e imposible, conseguir que la mayoría negra gobernara en Suráfrica sin que hubiera una guerra civil, miles de exiliados y, la miseria de todo un país.

Supo aglutinar la voluntad de un reducido grupo de blancos y negros, (entorno a 10 personas), para organizar en Suráfrica el Campeonato Mundial de Rugby, conjurando con los blancos para unir a toda la nación bajo la bandera del rugby. Al finalizar el campeonato, Mandela, cubrió el trofeo obtenido por los blancos con la camiseta del equipo de sus enemigos. Nelson Mandela decía, "Hablad a su corazón, no a su mente".

Aquí podemos ver en todo su esplendor la piedra filosofal esencial. “Una sola piedra”, permitió derribar todo un sistema de dominio y sometimiento de un país.

La idea es, que entre todos y cada uno por su cuenta, busquemos la piedra que derribe y/o construya cuanto deseemos…
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2 comentarios:

Anónimo dijo...

NOTA: Reedito el mensaje original de Mario, borrado por accidente al editar de nuevo el texto.
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Hay veces que estamos tan ensmismados en algo, hacemos complejas las cosas, ponemos obstáculos para llegar a los objetivos, y por lo mismo perdemos el rumbo.

Y como bien dices hay que poner el empeño, la concentración, la voluntad en una ¨piedra filosofal¨, creer en ella, dedicarse, y después de estudiarla ver una solución fácil al gran problema.

Que gran artículo, felicidades, me abrió el panorama y comparto contigo buscar la simpleza dentro del caos. Un abrazo Mario

Anónimo dijo...

¡¡Hola Montejb!!

¡¡Enhorabuena por tu estupendo articulo!! Creo que tienes mucha razon en lo que dices. Sobre todo en que tenemos que encontrar nuestra infinita fuerza interior. La piedra filosofal que todos llevamos dentro, el inmenso poder de uno. Para que cambiando nuestro mundo podamos cambiar el mundo de todos.

Gracias por iluminarnos con tu infinta sabiduria.

Saludos desde el cariño.

Isabel Peñalver.