Inteligencia emocional colectiva

En las circunstancias actuales, no valen demoras ni aplazamientos para mañana, con ambigüedades y falta de compromisos concretos con los ciudadanos, haciéndonos esperar a verlas venir, o que dicen y hacen los demás. Así, se equivocan los gobernantes, dirigentes y representantes sociales en sus apreciaciones de la realidad.

Estamos en un punto de inflexión de no retorno y de salto a lo desconocido, donde todo está por hacer y entredicho en todos los ámbitos y localizaciones.

Se pongan como se pongan los gobernantes y las élites dirigentes sociales, el sistema está caducado, obsoleto y desacompasado en relación a la gestión eficaz de la información y los medios técnicos y humanos.

Se necesita, con la ayuda de las nuevas tecnologías de un nuevo sistema de gestión y organización de la información, medios y personas permitiendo ofrecer una gestión eficiente en equilibrio y armonía, independiente de quién sean los beneficiarios ciudadanos, localización geográfica y los responsables gobernantes administradores de los bienes universales.

No deben de sobrar, faltar o infrautilizar, productos, bienes y servicios, ni tampoco se debe de permitir la dictadura del dinero o los medios que deben de estar al servicio del ser humano, evitando hacer sufrir y esclavizar a las personas injustamente.

En el nuevo modelo de organización social global, será determinante y esencial la voluntad e inteligencia emocional colectiva humana de un reducido grupo de personas, como aglutinadores y promotores clave de cuanto está por hacerse, poniéndose de acuerdo en encontrar el procedimiento para motivar a cuantos sean necesarios en la puesta en marcha de las soluciones posibles, implicando a la humanidad en general.

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